Comunidades descendientes


Un proyecto para todos.

El Proyecto Arqueológico Haciendas de Nasca se realiza en consulta y colaboración con los pueblos y comunidades que se desarrollaron a partir de las haciendas jesuitas de la época colonial de la región de Nasca.

Nuestro trabajo se enfoca principalmente en las comunidades de San José, San Pablo y La Banda en el Distrito de El Ingenio (Nasca), San Javier en el Distrito de Changuillo (Nasca) y Llipata (Palpa). Es el primer proyecto arqueológico en estudiar la vida de los antiguos afroperuanos.

Los valles de Nasca representan una rica diversidad cultural.

Este es el hogar ancestral y cuna de la cultura Nasca, donde hace dos milenios se grabaron en el paisaje las famosas Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa. Las poblaciones actuales reconocen su herencia como diversa, proveniente de las culturas indígenas de la región y la sierra de Ayacucho, los afrodescendientes que trabajaban en las haciendas y los que llegaron después, incluidos los trabajadores chinos y migrantes de otros lugares.

Las colaboraciones entre el PAHN y las comunidades locales tienen como objetivo mejorar las condiciones de su patrimonio arqueológico de la época colonial y republicana.

San Javier, por ejemplo, ha realizado regularmente faenas para limpiar el distrito histórico del pueblo y ha trabajado para proteger las grandes vigas de huarango del lagar colonial.

 

El 19 de marzo del pasado año 2019, San José celebró su 400 aniversario de la fundación de la Hacienda San Joseph de la Nasca, por los jesuitas del Cuzco en 1619.

Aunque San José celebra su fiesta patronal todos los años, 2019 fue un recordatorio especial de las profundas raíces de la comunidad.

 

El pueblo de La Banda es también una importante comunidad de memoria viva.

La aldea tiene su origen en la liberación de los trabajadores esclavizados en las haciendas del valle y es una cuna de la cultura afroperuana en la región.

 

Juntos abogamos por que las haciendas de Nasca y todo su legado histórico y arqueológico, se incluyan como parte de un plan integral para la región, que permita a las poblaciones actuales identificar de dónde vienen.

El presente es el resultado directo de esta herencia e historia, y es importante para considerar lo que podemos hacer como sociedad ahora y en el futuro.