Las Capillas Jesuitas de Nasca

y sus obras de arte

Las capillas jesuitas de San Joseph y San Xavier

Capilla de San José. Foto c.1950, cortesía de la familia De la Borda.

A partir de 1740, las haciendas y viñedos jesuitas de San Joseph de la Nasca y San Francisco Xavier de la Nasca experimentaron campañas de construcción que incluyeron nuevas capillas construidas en un estilo barroco tardío pero incluye características andinas. La capilla de San Joseph fue terminada y dedicada el día 19 de marzo (día en el que se celebra la fiesta de San José) de 1744, y la capilla de San Xavier en 1745. Debido a que ya no es seguro para los visitantes ingresar a estos recintos, debido a la posibilidad de que los ladrillos caigan desde las partes altas de los edificios, ofrecemos imágenes, descripciones y un recorrido en 3D por los ambientes, hoy en ruinas, de estos monumentos.

Casi todas las haciendas coloniales tenían al menos una modesta capilla, que estaba destinada a atender las necesidades espirituales de los propietarios y trabajadores de las haciendas. Las capillas de las haciendas jesuitas en el Perú colonial fueron fundamentales para el entorno construido y el diseño de estas haciendas. En Nasca, estas fueron el foco de la expresión religiosa y herramientas para la evangelización, especialmente de los trabajadores esclavizados africanos y afrodescendientes. Dado que a menudo el único jesuita en San Joseph o San Xavier era el administrador de la hacienda, y debido a que típicamente era un hermano laico y no sacerdote, los jesuitas contrataban capellanes para celebrar la misa y ofrecer los sacramentos.

 

Capilla de San Javier. Foto c.1950, cortesía de la familia De la Borda.

Se empleó mano de obra esclavizada para construir las capillas. Estas fueron edificadfas, principalmente, con ladrillos, las capillas de San Joseph y San Xavier cuentan con fachadas ornamentadas con molduras de yeso, dos torres campanario y un atrio de ladrillo. Si bien ambas capillas tienen un área aproximada de 300 m2, la de San Joseph es más larga con 44 m. Fueron construidos a una escala tan masiva para acomodar a las grandes poblaciones esclavizadas. Estas dos capillas tienen criptas debajo, con un pozo de osario para el internamiento secundario de restos humanos mezclados en terreno sagrado. Con 18 m de altura, las torres campanario se pueden ver desde grandes distancias en las chacras del valle. La administración jesuita había amueblado las capillas con costosas obras de arte y finos muebles. La expulsión de los jesuitas en 1767 significó que las capillas solo vieron 22 años de uso bajo la administración de esta orden religiosa, antes de que pasaran a ser propiedad de la corona española.

En 1942, un fuerte terremoto destruyó los techos de ambas capillas. Posteriormente, José de la Borda, hacendado de San José, donó el retablo del altar mayor, un confesionario y el púlpito a la iglesia Virgen del Pilar en San Isidro, Lima – donde se encuentran hasta la actualidad. Las capillas en ruinas, atrajeron a foráneos que robaron muchos de los lienzos y muebles restantes. Las iglesias de ambas haciendas fueron declaradas bienes integrantes del Patrimonio Cultural de la Nación del Perú mediante Resolución Suprema N.º 2900 del 28 de diciembre de 1972, señalando que “por su arquitectura, valor artístico y vinculación con hechos históricos deben ser conservadas y restauradas”. En 2010, las ruinas fueron incluidas en la lista de la World Monuments Watch.


Capilla jesuita de la Hacienda San Joseph de la Nasca

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Vista planta. (haga clic para agrandar)

Corte de elevación sur. (haga clic para agrandar)

 

Capilla jesuita de la Hacienda San Francisco Xavier de la Nasca

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Vista planta. (haga clic para agrandar)

Corte de elevación norte. (haga clic para agrandar)


Modelos de las capillas en 3D

La fotogrametría tridimensional, el uso de la fotografía para documentar y medir objetos en tres dimensiones, se ha convertido en una herramienta importante para la arqueología en los últimos años. El PAHN utiliza fotografías de drones para documentar y monitorear las condiciones de las ruinas de las capillas coloniales en los sitios de San Joseph y San Xavier. Específicamente, debido a que estos monumentos están bajo la amenaza constante de la actividad sísmica y el vandalismo, la fotogrametría ofrece un medio para monitorear sus condiciones cambiantes. Los modelos 3D, presentadas a continuación, representan el estado de las capillas en 2018, antes de que los eventos sísmicos deterioraran aún más las estructuras.

 

Capilla jesuita de la Hacienda San Joseph de la Nasca.

Capilla jesuita de la Hacienda San Francisco Xavier de la Nasca.


Obras de arte

En el siglo XVIII, bajo la administración jesuita, las capillas de San Joseph y San Xavier fueron ornamentadas con cuantiosos adornos y detalles. Lienzos de talleres importantes de Lima y Cuzco adornaron los muros, pero lamentablemente ninguno sobrevivió al abandono de las capillas en el siglo XX. Varios de los rasgos existentes en las capillas son excelentes ejemplos de arte virreinal, incluidas las molduras de yeso de las fachadas y los adornos exteriores e interiores, y frescos en las paredes. Un sello distintivo del estilo barroco andino es su capacidad para incorporar elementos indígenas, en este caso africanos, en su diseño, lo que da como resultado una arquitectura y un arte que no es totalmente europeo. Aunque no sabemos quiénes fueron los artistas que produjeron este arte, la estética ofrece el potencial de múltiples significados que habrían resonado de manera diferente para la diversa población esclavizada africana y afrodescendiente. El arte en estas capillas tiene una manera notable de conectar la experiencia de la hacienda local con el mundo moderno temprano más amplio.

Arte religioso público en San Joseph

Las obras de arte incorporadas en el exterior de las capillas o en posiciones prominentes en el interior, tenían la intención de atraer la atención de los visitantes y adoradores, así como glorificar lo divino. Los lienzos del coro, retablos de madera tallada y los frisos de yeso invocan tradiciones religiosas, clásicas y mitológicas diversas.

Ahora desaparecido, lienzo en el coro de la Virgen María y la Corte Celestial, pintado en Cuzco. Foto c.1950, cortesía de la Familia De la Borda.

Friso de dintel exterior sobre el ingreso exterior a la sacristía de San José.

Altar retablo y estatuaria de San José. Foto c.1949, cortesía de la familia De la Borda.

 

Explore el arte escultórico en 3D

Friso de serpientes con cabeza de perro en San Xavier. Este motivo aparece en ambos lados del presbiterio, en el arco de triunfo. Entre las representaciones artísticas más sincréticas de la capilla, resuena con la cosmología tradicional europea y africana occidental.

Dintel interior de la sacristía de San Joseph. Quince (15) paneles corren desde el borde festoneado de la concha; Cada uno está adornado con figuras, escenas y decoraciones florales y geométricas en pintura dorada, que representan animales, escenas cotidianas, elementos mitológicos clásicos. Haga clic en las anotaciones del modelo para obtener más descripciones e interpretaciones.

Fuente escultural de la sacristía en San José. Un canal de drenaje oculto en el muro norte de la sacristía, permitía que el agua fluyera por la boca del querubín superior.

 

Los cuatro evangelistas en San Xavier

Si bien los lienzos de ambas capillas han sido retiradas, las paredes de la sacristía abovedada de San Xavier muestran retratos de los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

Ahora desaparecido, lienzo enmarcado de la Coronación de la Virgen María. Foto c.1950, cortesía de la familia De La Borda.

Ahora desaparecido, lienzo enmarcado de la Coronación de la Virgen María. Foto c.1950, cortesía de la familia De La Borda.

San Mateo.

San Lucas.

San Marcos.

San Juan.